Uno debe aprender aceptar en la juventud como si se tratase de una persona mayor , con serenidad , lo que la vida te va enseñando.
La plenitud del alma se refuerza minuto a minuto con la aceptación.Esta aceptación se basa en comprender , entender que no hay escape, que , no hay atajos para encontrarse con uno mismo , para entenderse y entender lo que nos rodea.
El camino , se recorre sólo aunque estes acompañado; es la suma de sus partes y la aceptación absoluta de todas , el camino se recorre para aprender y disfrutar al mismo tiempo, uno aprende en la risa y en la lágrima...
El camino me ha enseñado a no forzar situaciones, o al menos a reducirlas al mínimo, el control de la voluntad es aprender a esperar, a no imponer y a sonreír en las dificultades, por la propia gracia de estar vivo.
El camino es entender, que es tan grandioso el espermatozoide que fecunda al óvulo: el espermatozoide ganador , como el se queda aletargado... o el que fallece en el intento. Porque la vida es el propio juego, la participación dentro del juego en sí misma.
En este mundo donde la valía se encuentra en la meta , es importante ser conscientes de que el ganador no sería ganador si jugase o participara sólo. El ganador necesita de perdedores ,al igual que el perdedor necesita del ganador para desarrollarse.
Eso es en esencia el camino, un baile entre opuestos , un baile entre extremos donde aunque no lo veamos todos ganamos.
En el camino uno se fortalece , entiende ese proceso y equilibria sus emociones a través de la conciencia. El equilibrio se encuentra cuando uno llega a comprender que el miedo sólo es un producto de la imaginación y condiciona toda tú existencia; te ata y te anula , te apresa y te aisla , te hace débil ...Absolutamente todos pasamos miedo, pero sólo el que acepta que existe otra versión mejor de sí mismo , más libre , menos condicionada, empieza a contemplar un nuevo amanecer.
Respira,...¿eres capaz de aceptar la respiración?, o tu pensamiento aniquila el proceso real de vivir , ...que es la respiración . En muchos casos ponemos frenos a nuestra vida frenos inconscientes, cuando buscamos rapidez , perdidos en la impaciencia. Atados por la película social , hacemos que nuestra mente ordene al cuerpo respirar deprisa y sin profundidad. El ansia , la poca paciencia que nos otorgamos , solo nos consume y enferma. Es como si no interesase mi propio momento , como si el momento siguiente fuese más importante...ahora ...si pero me espera algo mejor, más rápido, más ...y realmente no se experimenta placer en ese momento , porque la mente condicionada te pide otra cosa ¿pero qué cosa?, eso es la insatisfacción...El eterno viaje entre la ansiedad por el futuro y la nostalgia del pasado nos desplaza mental y emocionalmente del presente , por lo tanto no conseguimos lo que deseamos porque no ponemos el énfasis necesario en el ahora .
¡No hay mas cosas que ese ahora!, y hasta que no respetes ese segundo , respirando y abasteciéndote de vida , seguiras buscando perpetuamente , lo que nunca encontrarás y tantas veces se puso delante tuyo.
No te pares en en el proceso de pensar, no le des rienda a los condicionamientos de tu pensamiento..y sigue respirando y caminando .No racionalices a tu propia mente a tu propia vida , sólo ¡siente que estas viva-vivo, qué eres único, que eres perfecto y perfecta dentro de vuestra imperfección!, ambos lados pertenecen a la misma moneda.
Tu misión es la de caminar y alegrarte y agradecer cada segundo por estar en este mundo.
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