Me pregunto a menudo ¿cuánto de eficaces son los antidepresivos? , sobretodo cuando vas viendo personas que llevan años y años de tratamiento y no avanzan en su salida de depresión o ansiedad. La eficacia depende de tantos factores como de la constancia y conciencia en la toma por parte del paciente, que en la gran mayoría de los casos y por si mismos no funcionan tanto como desearíamos.
Los antidepresivos funcionan con guía , no por si solos .Los antidepresivos deben ser una parte más del tratamiento que conjuntamente junto a la psicoeducación ayudará a promover cambios. Cambios cognitivos ( modos de pensar) , en las creencias obsoletas que nos anclan al dolor ( traumas, miedos , fobias, conductas compulsivas) . La psicoeducación y los fármacos y la voluntad del paciente producen cambios.
Existen muchísimas personas que en situaciones similares no necesitan tratamiento farmacológico, incluso viviendo periodos graves de crisis, personas con una gran capacidad de resilencia que sacan de sus propios recursos internos la fuerza por y para continuar.
Con ello no quiero decir la la psicomedicación no sea necesaria , lo es, pero en su medida , sopesada y no como única vía de tratamiento, Por que lo que la mayoría de los pacientes no entienden es que la dependecia a "su cura no esta en la pastilla", y de hecho finalmente lo preocupante es la dependencia física y emocional que finalmente se crea en el tratamiento.
El tratamiento psicoterapeutico debe ser un propósito que implique que el paciente pase de ser pasivo a involucrarse en su proceso creativo y pro activo en beneficio a su salud. La vía no es una pastilla , no son varias pastillas, la vía es el cambio de actitud ante el proceso ...involucrándose realmente.
Creo fervientemente en el poder del ser humano para cambiar , para reconstruirse tantas veces quiera. Creo en la cura de cuerpo-mente y esta viene de la mano de una palabra tan difícil y tan sencilla al mismo tiempo: VOLUNTAD.
Nuestro cuerpo nos avisa , el nos da la alarma... necesita algo sencillo , pero que lo comparo con nuestro tan usado P.C , para que funcione sin sobrecargarse necesita limpiarse para no saturarse . Los sentimientos anquilosados producen a la larga y a medio plazo enfermedad. Para ello podríamos ayudarnos con:
La limpieza emocional. Existen técnicas sumamente eficientes que ayudan a resolver los problemas emocionales. Una de ellas es Emotional Freedom Technique (EFT) que estimula ciertos puntos de meridianos de la acupuntura china, y los resultados son inmediatos en un gran número de asuntos que causan estrés a las personas. Esta técnica, y la terapia TAT (Tapas Acupressure Technique) son fáciles y brindan una sensación de alivio que permitirá al usuario adentrarse en los problemas más antiguos que están aferrados a su sistema de creencias, esa que nos mantiene en nuestra zona de confort. (Se debe ser persistente porque hay que admitir que estos asuntos que nos llevaron a un estado de desequilibrio llevan muchos años alterándolos. Y no se va a solucionar el problema de un día para otro.
-Otras opciones son: la meditación, escribir, ejercicios de respiración, yoga o simplemente compartir nuestros sentimientos con alguien muy cercano.
Hacer ejercicio con regularidad. El ejercicio físico cambia el nivel de serotonina en el cerebro y aumenta los niveles de endorfinas, esas hormonas que “nos hacen sentir bien”. También, puede aumentar el número de células en el cerebro, en el hipocampo. (Caminar, ejercicios de estiramiento, uso suave de una cinta o bicicleta, … son algunas opciones para personas de mayor edad o que están discapacitadas por problemas físicos, Es vital practicar algún ejercicio con frecuencia.)
Mejorar la nutrición – Todavía parece increíble pensar que nuestro sistema digestivo, nuestro estómago e intestinos, tienen la habilidad de influenciar fuertemente nuestra mente, nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento.
Por lo tanto, mientras la psiquiatría moderna todavía insiste en que problemas como la depresión son causados por un desequilibrio químico en el cerebro, los investigadores siguen encontrando que la depresión y una serie de problemas de comportamiento parecen estar ligados ¡a un desequilibrio de bacterias en nuestra tripa!
Los neurotransmisores son esenciales. La serotonina activa el eje formado por el hipotálamo, la pituitaria y las suprarrenales al estimular ciertos receptores de serotonina en el cerebro. Además, la serotonina también se encuentra en nuestros intestinos. De hecho, la mayor concentración de serotonina está involucrada en el control de nuestro estado de ánimo. La depresión y la agresión, se encuentran en nuestros intestinos y no en el cerebro.
Las investigaciones determinaron que la ausencia o presencia de microorganismos en los intestinos durante la infancia altera permanentemente la expresión de los genes. De manera similar, los probióticos tienden a influenciar la actividad de cientos de nuestros genes y los ayudan a expresarse de manera positiva, sobretodo en circunstancias en las que deben luchar contra la enfermedad.
Cuando consideramos que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro y el centro de nuestro sistema inmune, resulta fácil entender que nuestra salud puede tener un enorme impacto en la función cerebral, en la psique y el comportamiento ya que están interconectados y son interdependientes en muchas maneras.El hecho de que la conexión entre los intestinos y el cerebro es reconocida como un pilar de la fisiología y la medicina, no falta evidencia respecto de cómo está involucrado el sistema gastrointestinal en una variedad de enfermedades neurológicas, y es fácil ver cómo el equilibrio de las bacterias intestinales puede jugar un rol de la mayor importancia en nuestra psicología y nuestro comportamiento.
Tomando en cuenta esto, debe quedarnos muy claro que nutrir nuestra flora intestinal es extremadamente importante, desde la cuna hasta la tumba porque en un sentido muy real tenemos dos cerebros, uno dentro de nuestro cráneo y uno en nuestro vientre, y cada uno necesita de su propio alimento vital. Las bacterias intestinales, por otra parte, son muy sensibles a los antibióticos, al agua con cloro, a los jabones anti-bacterias, a los químicos utilizados en la agricultura y a la contaminación.
Por lo tanto, tiene lógica nutrir nuestras entrañas para obtener la mejor función de serotonina, ya que va a impactar en nuestro estado de ánimo, nuestro comportamiento y nuestra salud psicológica
Es importante elegir alimentos sanos, completos y dejar a un lado todo lo que está frito, procesado, productos de carne como los embutidos. Evitar el azúcar refinado lo más que se pueda. El azúcar causa inflamación crónica lo cual interrumpe la función normal del sistema inmune y altera el cerebro. Tomar suplementos como Omega 3 provenientes de un concentrado de aceite de krill. Este alimento puede ayudar de manera considerable en problemas de depresión, pérdida de memoria, esquizofrenia y Alzheimer. Al igual que comer alimentos fermentados.
Permite que el sol entre en tu vida – Un poco de sol cada día será sumamente útil y si no lo puedes tomar entonces recomiendo tomar vitamina D. Niveles bajos de vitamina D pueden provocar depresión.
