lunes, 27 de agosto de 2012

¿Por qué la sociedad no cambia?


¿Te has preguntado por qué la sociedad casi nunca cambia?...

Si observamos a nuestro alrededor , familia , amigos, compañeros de trabajo, en general todos los seres humanos tenemos una predisposición mental hacia el mantenimiento del statu quo. La gente piensa así todo el tiempo. Tendemos a ir al lugar que conocemos en vez de una opción nueva y desconocida.También solemos creer que la seguridad aparente de lo ya conocido nos dará menos problemas...esa acomodación en nuestra zona de confort a todos los niveles , en realidad nos aleja de la creatividad y de renacer.

Lo cómodo ,( como si se tratase de la misma silla de siempre en la que estamos sin movernos) , en el fondo nos produce llagas , el no moverse del mismo sitio , el hecho de repetir una y otra vez las mismas actitudes, restaurantes , discusiones, situaciones , nos aleja de la espontaneidad y de la alegría que produce el descubrimiento .

La zona de confort ( cuando no es sana) , es una especie de muerte en vida , porque uno hace siempre lo mismo , en la misma dirección, la misma ruta ," a ver si va a ser ,que saliéndome del guíón me vaya a perder..."

...pero se trata de eso mismo, perderse para reencontrarse. Esa es la esencia del crecimiento .En realidad se trata de una sociedad que se acomoda por la facilidad , una sociedad dormida y apagada...que asume constantemente el camino que otros quieren que recorras, se trata de una sociedad condicionada por el miedo.

La sociedad no puede cambiar si no hay una verdadera revolución en cada individuo, a nivel personal . Si no hay revolución en nuestro interior, si no me levanto y camino en otra dirección y hago mío otro modo de pensar y de actuar...El cambio es el reto de nuestra sociedad


Serena Dai.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Los fármacos que curan no son rentables



Me he quedado altamente sorprendida al leer una entrevista al  Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts aunque algo ya se conocía sobre el juego de las farmacéuticas y el capitalismo y los efectos colaterales sobre todos nosotros, el señor Roberts, nos habla sobre cómo
somos guiados ciegamente y ponemos nuestro cuerpo y mente en los intereses de muchos...porque al parecer "las farmacéuticas bloquean fármacos que curan pero que no son rentables.
¿La investigación se puede planificar?

Si yo fuera ministro de Ciencia, buscaría a gente entusiasta con proyectos interesantes; les daría el dinero justo para que no pudieran hacer nada más que investigar y les dejaría trabajar diez años para sorprendernos.


Parece una buena política

Se suele creer que, para llegar muy lejos, tienes que apoyar la investigación básica; pero si quieres resultados más inmediatos y rentables, debes apostar por la aplicada...

¿Y no es así?

A menudo, los descubrimientos más rentables se han hecho a partir de preguntas muy básicas. Así nació la gigantesca y billonaria industria biotech estadounidense para la que trabajo.

¿Cómo nació?

La biotecnología surgió cuando gente apasionada se empezó a preguntar si podría clonar genes y empezó a estudiarlos y a intentar purificarlos.

Toda una aventura

Sí, pero nadie esperaba hacerse rico con esas preguntas. Era difícil obtener fondos para investigar las respuestas hasta que Nixon lanzó la guerra contra el cáncer en 1971.

¿Fue científicamente productiva?

Permitió, con una enorme cantidad de fondos públicos, mucha investigación, como la mía, que no servía directamente contra el cáncer, pero fue útil para entender los mecanismos que permiten la vida.

¿Qué descubrió usted?

Phillip Allen Sharp y yo fuimos premiados por el descubrimiento de los intrones en el ADN eucariótico y el mecanismo de gen splicing (empalme de genes).

¿Para qué sirvió?

Ese descubrimiento permitió entender cómo funciona el ADN y, sin embargo, sólo tiene una relación indirecta con el cáncer.


¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?

Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud... Tengo mis reservas.

Le escucho

La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.

Explíquese

La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital...

Como cualquier otra industria

Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.

Pero si son rentables, investigarán mejor

Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.

Por ejemplo...

He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad...

¿Y por qué dejan de investigar?

Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.

Es una grave acusación

Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.

Hay dividendos que matan

Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.

¿Un ejemplo de esos abusos?

Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas.


¿No me habla usted del Tercer Mundo?

Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.

¿Los políticos no intervienen?

No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

De todo habrá

Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos - y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras...


Fuente: LaVanguardia

jueves, 16 de agosto de 2012

Aprendiendo a ser feliz


Parece ser que todo absolutamente todo puede ser aprendido , y es que ¿ quién ha dicho que no se puede aprender a ser feliz?.

Es cierto, que existen personas que nacen con una predisposición a la felicidad.
Sin embargo, durante la vida aprendemos a ser felices o a ser infelices.

Cuando somos pequeños, no nos damos cuenta de ese aprendizaje.
Aprendemos a ser felices o infelices, no sólo a partir de las experiencias que vivimos, sino de la forma en que los adultos nos enseñan a vivirlas y a vivir cualquier tipo de problemas.

Si nuestros padres o uno de ellos, viven quejándose, fijándose sólo en el aspecto negativo de las cosas, sintiéndose derrotados o agobiados ante los problemas y dificultades, etc., probablemente nosotros actuemos de la misma manera.

Si por el contrario, ellos son personas positivas que siempre ven el lado "bueno" de todo lo que les sucede, resuelven los problemas con entusiasmo, confiando en obtener éxito, disfrutan de la vida, ríen con frecuencia, son personas activas, etc., no importa cual es nuestra carga genética, si aprendimos de ellos, seremos felices.

Podemos cambiar si ese es nuestro deseo , así como aprendimos una actitud, podemos aprender una diferente, que sustituya aquella que nos hace sufrir.

Ser feliz no significa vivir en la carcajada en todo momento.
Eso es imposible.

Ser feliz es un estado de bienestar general, basado en sentimientos de paz y armonía internas, autoestima y satisfacción personal, en el que los momentos positivos superan a los negativos y los logros predominan sobre los fracasos y en el que nuestra vida tiene un sentido y un significado.


Los psicólogos participantes en el curso de verano 'Aprendiendo a ser feliz', celebrado en la UNED de Pamplona (España), han concluido que la felicidad no sólo es posible, sino que además puede aprenderse y para ello es importante tener sentido del humor y saber valorar lo importante de la vida.
Hay que pedir a la vida lo que la vida puede dar, porque a veces le pedimos cosas excesivas.
El doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Javier Urra ha asegurado que, para ser feliz, "hay que pedir a la vida lo que la vida puede dar, porque a veces le pedimos cosas excesivas".
Además "hay que saber manejarse en el conflicto, porque la vida es conflicto y hay que hacer pareja de baile con la duda", asegura Urra.
El valor de las cosas sencillas
Urra, señala la UNED en un comunicado, considera que también es esencial "dar trascendencia a la vida y valorar lo importante" y en este sentido ha destacado que "lo importante puede ser, por ejemplo, un amanecer", ya que, aunque suene a tópico, "hay momentos que no se compran con dinero".
Aconsejan no obsesionarse con ser el mejor. El psicólogo, que ha subrayado que rehuye a los "agoreros, cenizos y agonías que parece que son felices machacándonos", ha recomendado volcarse en quien necesita apoyo y lo merece, porque "la suerte de poder ayudar es un lujo" y ha comentado que también es importante sonreír, porque "no hay mejor carta de presentación que una sonrisa".
Urra, que fue el primer Defensor del Menor en España y es patrono de UNICEF, ha aconsejado no obsesionarse con ser el mejor: "Buscar ser el mejor no es positivo. Hay que ser normal. Hay gente que quiere ser supermán, superwoman, superpareja, superpadre... Sea usted normal"
.
La psicóloga María Dolores Avia, de la Universidad Complutense de Madrid, ha resaltado en el curso que la felicidad "no sólo es posible, sino que, además, se puede aprender", mientras que su compañero Gonzalo Hervás, profesor del mismo centro académico, ante la pregunta de si el dinero da la felicidad, ha llegado a la conclusión de que no necesariamente se da esa relación causa-efecto.

"Un hombre sabio es aquel que no sufre por las cosas que no tiene, sino que disfruta lo que sí tiene."
  Epícteto de Frigia (Filósofo griego).